¿Por qué empezar una terapia?
Usualmente una terapia psicológica estuvo asociada a enfermedades mentales o situaciones de crisis. Si bien, estas son motivaciones fundamentales para consultar a un psicólogo clínico dada la necesidad de mejorar la calidad de vida deteriorada por estos padecimientos, en los últimos años se ha aclarado que una terapia no sólo es necesaria para padecimientos psíquicos graves y que deterioran la calidad de vida. Una terapia psicológica está asociada también con el interés de pensar los procesos psíquicos implicados en la vida cotidiana. No es necesario tener ataques de pánico o experiencia de ansiedad abrumadora o un estado de depresión grave para revisar aspectos de la salud mental que, si bien son sutiles y silenciosos, pueden afectar significativamente la cotidianidad.
En “Vamos a Terapia” se hacen intervenciones relacionadas con problemas graves en salud mental ya que estamos acompañados por un equipo interdisciplinar con experiencia. Somos conscientes que el problema psicológico más grave también debe ser indagado y comprendido para permitir estabilizar el estado mental y así tener un estilo de vida más satisfactorio. En estos casos inicialmente se atienden los síntomas ya que la gravedad de estos no permite inicialmente una indagación, estos síntomas se abordan en algunas ocasiones con psiquiatra e intervenciones psicoeducativas, para luego, pasar a un abordaje más amplio del sufrimiento psicológico.
De esta forma, empezar una terapia no sólo requiere de padecer fuertes afecciones mentales, sino también, de un interés por tener una mejor salud mental, una vida cotidiana más satisfactoria, una experiencia interna más sosegada, y unas relaciones interpersonales y amorosas más satisfactorias y recíprocas. En última instancia, una terapia permite vivir un poco mejor. Muchas personas no consultan debido a que sienten que sus preocupaciones diarias no son importantes, aunque sí les afectan significativamente. Además, en muchas ocasiones no se consulta porque es difícil revelar la vida íntima a un desconocido. Aún así, la terapia psicológica es la oportunidad para poner en la palabra delante de otro aquellos aspectos más íntimos y tal vez vergonzosos, pero con la finalidad de quitarles esa carga emocional que agobia al dejarlos sólo para nuestra interioridad. Nombrar lo que es vergonzoso, lo que genera ansiedad, los secretos más íntimos es uno de los mayores inconvenientes para iniciar una terapia. Además, darle importancia a lo que nos pasa, por sencillo que parezca, es un reto. De todas formas, siempre hay que pensar que un espacio de terapia es la mejor oportunidad para saber qué hacer con aquello que, al dejar sólo en la intimidad de nuestra mente, se vuelve una carga para vivir más tranquilos. Por lo tanto, siempre es una oportunidad para iniciar una terapia psicológica. Esto es una terapia, es una oportunidad…