Donald Winnicott (1988) afirmaba que en todas las personas hay un impulso hacia la salud. Es decir, todos queremos estar bien. Lamentablemente por diferentes circunstancias de la historia de vida hay situaciones que detienen este impulso a la salud y se convierte en sufrimiento. En relación a esto, afirmamos que la terapia psicológica no se abandona por el hondo deseo de cada persona por “querer estar un poco mejor”. Utilizamos esta expresión que suena bastante precavida, en la medida en que también consideramos que el dolor, el sufrimiento y la dificultad de vivir son realidades que estarán presentes. Por lo tanto, en “Vamos a Terapia” no tenemos como finalidad suprimir completamente el dolor, sino que, pensamos que la vida tiene unos montos de bienestar y satisfacción, y otros de dolor y frustración. Tampoco hablamos de encontrar puntos medios, sólo de que una persona, que asiste a terapia psicológica, puede sentirse un poco mejor. Estamos convencidos que este “un poco mejor” es un logro que permite vivir bien, y este “vivir bien” es suficiente para quedarse en terapia.
Winnicott, D. (1988). La naturaleza humana. Paidós: Buenos Aires. 270 págs.