El síntoma o los síntomas aparecen como eso de lo cual hay que deshacerse lo antes posible, porque son molestos, desagradables, afectan la relación con las otras personas y en la mayoría de los casos, se viven con gran intensidad en el cuerpo. Esto lleva a las personas a una constante búsqueda de herramientas, técnicas o estrategias para acallarlos, disminuirlos o eliminarlos por completo y en algunos casos no se prueba una de estas sino varias, por lo que es común que lleguen a consulta pacientes que expresan haber pasado por la toma de medicamentos psiquiátricos, naturales, homeopáticos, o prueban terapias y otras prácticas alternativas que se ofrecen en el mercado como una promesa de sanación pero que terminan por generar más frustración que tranquilidad. Pero lo cierto, es que los síntomas aparecen como un llamado a escuchar nuestro cuerpo, pensarnos y pensar nuestra vida, pues si estos no aparecieran, es probable que se prestara menos atención al sufrimiento, al malestar, las emociones y otras experiencias que son vividas con angustia o aquellas que aunque no son consideradas como traumáticas o se escapan para el sujeto, también se disfrazan en forma de síntoma.
Si bien entendemos que la disminución sintomática es importante, en Vamos a Terapia no ofrecemos terapias centradas en el síntoma, teniendo en cuenta que la evidencia clínica ha mostrado que es posible disminuirlos en poco tiempo, pero es probable que si no se da una comprensión de estos, reaparecen en otros momentos de crisis del sujeto. Por lo cual, invitamos a nuestros pacientes a ir más allá de los síntomas, dotarlos de sentido, porque si bien varias personas pueden estar experimentando las mismas manifestaciones, esto que los lleva a sentirse de esta forma, siempre varía en cada uno de ellos. Además, afirmamos que la terapia psicológica es una herramienta, pero incluso en ella, cada persona encuentra formas particulares para hacerse cargo de sus síntomas.
